Fantasy
21 to 35 years old
2000 to 5000 words
Spanish
Story Content
**EXT. ESCUELA PRIMARIA - DÍA**
Una escuela primaria normal, llena de niños y profesores. El día transcurre con normalidad, las clases, el recreo, las risas.
**INT. SALA DE PROFESORES - DÍA**
Un paquete sin remitente y con una etiqueta extraña llega a el salón es de los profesores. La atmósfera se llena de curiosidad y expectación. Marta, una profesora joven, lo abre con cuidado.
Es raro que lleguen paquetes así, ¿verdad?
El paquete contiene un dispositivo metálico con luces intermitentes. Carlos, el profesor de ciencias, lo examina con detenimiento.
No me gusta esto. Podría ser peligroso.
(Secretaria de la escuela, nerviosa)
¿Deberíamos llamar a la policía? Podría ser una bomba.
Calma, Rosa. Vamos a tratar de desconectarlo primero.
De repente, el dispositivo emite un gas verdoso. Los profesores se tambalean, tosiendo.
¡Es un gas! ¡Salgan de aquí!
El gas los envuelve rápidamente. Caen al suelo, inconscientes.
Juan, un conserje de mediana edad, entra en la sala de profesores. Encuentra a los profesores tirados en el suelo, inmóviles.
Intenta reanimarlos, pero es inútil. Desesperado, saca su teléfono para llamar a la policía.
De repente, los profesores comienzan a moverse. Se levantan lentamente, con los ojos en blanco y un andar torpe. Se abalanzan sobre Juan.
El salón es de informática. Seis niños - Ana, Daniel, Sofía, Mateo, Valeria y Luis - están trabajando en un proyecto de clase.
Ana, una chica lista y observadora, nota el caos que se desata en el pasillo.
¿Han escuchado eso? Parece que algo malo está pasando.
Bah, seguro que es una pelea. No te preocupes.
El estruendo se intensifica. Se oyen gritos y golpes sordos.
Creo que deberíamos mirar qué está pasando.
Mateo, un chico gordinflón aficionado a las películas de zombis, se asoma con cautela a la puerta. Retrocede horrorizado.
¡Es… es… es una invasión zombi!
¿Qué? ¡No digas tonterías, Mateo!
¡Lo digo en serio! Vi al profesor de historia… ¡estaba atacando al director!
La incredulidad se mezcla con el miedo. Luis, el más grande del grupo, cierra la puerta de golpe.
¡Hay que proteger la puerta! ¡Rápido, pongan mesas y sillas!
Los niños obedecen frenéticamente. Traban la puerta con todo lo que encuentran.
¿Qué vamos a hacer? ¡Vamos a morir todos!
Mateo se calma e intenta acceder a internet para tener un reporte.
(Con los ojos brillantes)
Calma, calma. Yo sé cómo lidiar con esto. He visto muchas películas de zombis.
MATEO (Narrativa, revisando las noticias en su celular)
Aún tenía señal en su celular y vio las noticias y no había reportes de que lo que estaba pasando en la escuela estuviera pasando en otras áreas de la ciudad así que debe estar sucediendo en la escuela solamente.
¡Miren! ¡Aquí dice todo! Hay cuatro clases de brotes...
Describe las clases de brotes.
Aparentemente, todo está sucediendo sólo en la escuela.
Luis observa que los vidrios del salon son opacos
Por suerte los vidrios opacos, ellos no nos ven pero nosotros sí a ellos
Deciden llamar a la policía para informar lo sucedido.
**INT. AULA 3B - CONTINUO**
Ana marca el 911. La voz de la operadora responde al otro lado de la línea.
Sí, buenas tardes… necesito ayuda. Estamos atrapados en la escuela.
911, cuál es su emergencia?
Los maestros atacan a los alumnos y otros maestros. Se comportan como zombis!
Disculpe señorita no puede llamar a 911 haciendo esa clase de bromas.
No es una broma. Si no nos cree le puedo enviar un vídeo.
La operadora duda, pero accede.
Está bien, señorita. Envíeme el vídeo.
Ana cuelga y rápidamente graba un vídeo con su celular, mostrando la escena del pasillo: profesores ensangrentados intentando abrir las puertas de otras aulas.
Ana envía el vídeo. Minutos después, la operadora vuelve a llamar.
Señorita, hemos recibido su vídeo. Es… alarmante. Vamos a enviar unidades de policía a la escuela de inmediato.
¡Por favor, apúrense! No sabemos cuánto tiempo más podremos aguantar.
Cuelgan. La tensión en el aula es palpable. Se oyen los golpes insistentes en la puerta.
Tengo miedo… tengo mucho miedo.
Tranquilos. Vamos a sobrevivir. Yo sé cómo pelear contra los zombis.
Los zombis, lentos pero implacables, siguen golpeando las puertas de las aulas. El suelo está cubierto de sangre y trozos de carne.
**EXT. ESCUELA PRIMARIA - DÍA**
Dos patrullas de policía llegan a toda velocidad. Los agentes se bajan de los coches, con las armas en la mano.
¡Tenemos un informe de disturbios en la escuela!
¡Hay que entrar y asegurar la zona!
Entran cautelosamente en el edificio. El silencio es sepulcral, interrumpido sólo por gemidos guturales.
**INT. PASILLO - CONTINUO**
Los policías avanzan con cautela. Ven restos de cadáveres y manchas de sangre por todas partes.
De repente, uno de los cadáveres se levanta. Es un profesor con la cara desfigurada.
El zombi ignora la orden. Se abalanza sobre el policía.
El policía intenta usar su pistola eléctrica, pero no surte efecto.
¡No funciona! Aturdir a un zombi requiere dos veces el voltaje que requiere aturdir a un humano, así que las pistolas Taser comunes no tienen efecto.
Sin dudarlo, el policía saca su arma de fuego y dispara a la cabeza del zombi. El monstruo cae al suelo, inmóvil.
¡Mierda! ¡Esto es peor de lo que pensábamos!
¡Tenemos que pedir refuerzos! ¡Esto es una emergencia!
Los niños siguen atrincherados, escuchando los disparos y los gritos que provienen del exterior.
Por favor, que lleguen pronto… Por favor, que lleguen pronto…
De repente, la puerta cede ante la fuerza de los zombis.
¡Prepárense! ¡A luchar por sus vidas!
**EXT. ESCUELA PRIMARIA - DÍA**
Refuerzos policiales llegan a la escuela. Comienza una batalla campal contra los zombis.
La situación en la escuela primaria logra controlarse. Los zombis son eliminados, pero el precio es alto: varias vidas perdidas y un trauma imborrable para los supervivientes.
En las noticias se atribuye lo que pasó a otra cosa, la cobertura mediática intenta minimizar la gravedad de lo ocurrido, no se menciona la palabra zombi en las noticias, se menciona que fue un grupo de terroristas los que enviaron el virus responsable . La verdad se oculta, y el mundo sigue girando, ignorante del horror que acecha en las sombras.